Cómo desarrollar el talento de nuestros hijos

"¿Qué podemos hacer para desarrollar el talento de nuestros hijos?
(Artículo publicado en Periódico Local La Veu d'Alginet- Edición Agosto 2021)
 

 

 

 <<Ya sé que los niños son seres emocionales. Se mueven a golpes de corazón. Si están felices, sonríen. Si están incómodos, lloran. Se mueven, gatean, imitan, vocalizan, guiados por una espontaneidad que no controlan. En los dos primeros años, su tarea principal -ayudados por sus madres- es aprender a soportar niveles cada vez más altos de tensión..>> nos dice el pedagogo José Antonio Marina en su libro “La educación del talento”. Es fácil que tanto adultos como niños caigamos en la desidia, en la frustración, en la impotencia, en la rabia, o en la tristeza, y está bien. El problema está cuando permitimos que las emociones nos paralicen y nos distraigan de nuestros objetivos. Así es como dejamos de desarrollar nuestro talento y nuestra personalidad. Y entonces, ¿qué podemos hacer para desarrollar el talento de nuestros hijos?

1) Fomentar en los niños un tono vital alegre
“Descubramos lo que los niños hacen bien, y trabajemos sobre esa actividad para que sientan la experiencia del éxito, de la alegría de la acción lograda. Luego podremos transplantar esa experiencia a otros dominios.”- afirma José Antonio Marina. Para Shinichi Suzuki, músico y creador de la Escuela de la Educación del Talento, enseñar música tiene que ver con desarrollar una capacidad que le lleve a desarrollar más capacidades, pues su objetivo final es educar personas optimistas, felices y alegres. Suzuki dice: “El alma viviente, con su deseo por seguir viviendo, despliega una gran fuerza por adaptarse a su medio ambiente. Esa fuerza vital se educa a sí misma y adquiere habilidad viendo y palpando todo lo que le rodea. Esta capacidad supera dificultades y se hace grande por medio de la práctica constante.”

2) Enfocarnos en el proceso, no en el resultado

Jose Antonio Marina lo tiene claro: “Debemos hacer que el niño sienta que progresa, porque ese es un fantástico premio que le impulsará a seguir progresando”. Suzuki mantenía que el talento no es innato. De hecho, no hacía pruebas de acceso a su Escuela de la Educación del Talento, pues mantenía que “armarse a uno mismo de infatigable paciencia y ánimo inquebrantable es una absoluta necesidad de la educación”. Así logró enseñar violín a niños ciegos, y con parálisis.

3) Ser entrenadores emocionales
En cinco pasos: 1)ser conscientes de las emociones de los niños, 2) reconocer la emoción como una oportunidad para el aprendizaje, 3) escuchar empáticamente y dar valor a los sentimientos, 4) ayudar al niño a verbalizar sus emociones, 5) fijar límites mientras ayuda al niño a resolver el problema.

4) Firmeza amable para que confíen en ellos mismos

Bandura, psicólogo, nos dice: “Nada influye más en nuestro comportamiento que la idea que tenemos acerca de nuestra capacidad para hacer algo, o para enfrentarnos con algún problema”. Alentar a los niños influirá en cuánto se esfuercen en una situación y cuánto tiempo perseverarán. Su diálogo interior será la base de su automotivación. Háblemosles bonito cuando se equivocan, así podrán animarse a ellos mismos y aprender de sus errores. Creamos lo que creemos.

Bárbara Bori
Pedagoga